España es un país de tradición de buena mesa y buen vino, tampoco vamos a engañarnos. Alcoholismo y navidad son dos términos que van de la mano. Las cenas de empresa, las comidas con los amigos y demás celebraciones se convierten en motivos inigualables para brindar.
Pero si no tenemos cuidado la ingesta masiva de alcohol nos puede pasar factura.El consumo de alcohol durante las fiestas navideñas se dispara. La asociación de consumo de alcohol y fiesta es algo inevitable: unas cañas en el aperitivo, una buena comida con vino y unos licorcitos al postre son el pan nuestro de cada día durante el mes de diciembre.
Personas que padecen enfermedades crónicas y contraidicadas con los licores se ven tentados y esto puede afectar gravemente a su salud. Diabéticos, enfermos hepáticos, personas con colón irritable y con trastornos psiquiátricos deberían abstenerse. Y aquellas con trastornos crónicos de hígado, páncreas o sistema nervioso no deberían ni olerlo.
Además sería interesante que reflexionásemos sobre que no sólo ponemos en riesgo nuestra vida, sino la de los demás. El año pasado murieron 55 personas en la carretera por conducir hebrios durante estas fechas. La Dirección General de Tráfico acaba de poner en marcha su campaña de este año para concienciarnos de su peligro y deberíamos de prestarle mucha atención.
Así que recuerda, beber sí, pero con moderación, sin perjudicar nuestra salud ni la de los demás. Es un consejo Zitembe
Pero si no tenemos cuidado la ingesta masiva de alcohol nos puede pasar factura.El consumo de alcohol durante las fiestas navideñas se dispara. La asociación de consumo de alcohol y fiesta es algo inevitable: unas cañas en el aperitivo, una buena comida con vino y unos licorcitos al postre son el pan nuestro de cada día durante el mes de diciembre.
Personas que padecen enfermedades crónicas y contraidicadas con los licores se ven tentados y esto puede afectar gravemente a su salud. Diabéticos, enfermos hepáticos, personas con colón irritable y con trastornos psiquiátricos deberían abstenerse. Y aquellas con trastornos crónicos de hígado, páncreas o sistema nervioso no deberían ni olerlo.
Además sería interesante que reflexionásemos sobre que no sólo ponemos en riesgo nuestra vida, sino la de los demás. El año pasado murieron 55 personas en la carretera por conducir hebrios durante estas fechas. La Dirección General de Tráfico acaba de poner en marcha su campaña de este año para concienciarnos de su peligro y deberíamos de prestarle mucha atención.
Así que recuerda, beber sí, pero con moderación, sin perjudicar nuestra salud ni la de los demás. Es un consejo Zitembe
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