miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Cómo prevenir las arrugas?


Antes de que llegue el momento de rendir cuentas al espejo y de disgustarte porque han aparecido las primeras arrugas, intenta prevenirlas para que su aparición se retarde el mayor tiempo posible. Hasta la más mínima cosa que hagamos nos va a repercutir en el rostro; las horas de sueño, el estrés, el sol, el frío…

Evidentemente, uno de los principales síntomas del envejecimiento son las arrugas. Pero ahí no queda todo. El paso del tiempo es uno de los motivos, pero hay otros muchos que podrían sorprendernos y que podemos evitar sin ningún tipo de esfuerzo. Si además los genes te acompañan y tienes propensión especial a tener arrugas, debería prestar atención a los elementos que dañan tu piel y que producen que pierda frescura y rigidez.

Los principales factores de riesgo

El más común es la exposición indiscriminada a los rayos solares sin una protección adecuada. Pero no es sólo esto. No tiene que ser verano para que el sol nos afecte, ni tampoco tenemos que ir a la playa o la piscina. El simple reflejo del sol en las nueves, la arena o el agua, nos perjudican.

Por supuesto, el tabaco es uno de los factores más claros de peligro. Produce una falta de circulación que provoca las arrugas. El estrés es otro motivo por el cual aparecen esos pequeños «defectos» en la piel. Hay muchas relajación que pueden paliar los efectos de una vida llena de tensiones con constantes esfuerzos, tanto mentales como físicos. No hay nada mejor que ser feliz y no tener mal humor. Algo que muchas veces es difícil de conseguir, pero que puede ayudarnos a retardar la aparición de las arrugas. Fruncir el ceño, estar enfadada o triste no te conviene en absoluto.

Por otro lado, las glándulas del sudor y la grasa se van atrofiando y volviéndose menos activas con el tiempo. Esto nos produce sequedad. Otros factores como el color de la piel hacen que nuestra juventud se pierda más rápidamente. Es el efecto que produce la melanina. Las pieles de color envejecen más tarde porque están más protegidas por este pigmento. En cambio, las pieles blancas tienden a ser más propensas a las arrugas.

Cómo evitarlas

Si estás expuesta a los riesgos que provocan arrugas, un remedio casero y muy natural que puede ayudarte es la vitamina C. La puedes encontrar en la fruta (naranjas, mandarinas, limones, fresas y melones) y en verduras (berzas, pimientos, patatas, perejil, nabos o espinacas).
La aparición de arrugas puede ser una evidencia de deshidratación en la piel. El agua puede actuar en tu favor, así como las cremas hidratantes. Aunque parezca mentira, el propio maquillaje puede afectarnos, sobre todo, en zonas donde la piel no produce tanto sudor o grasa natural como los párpados. Es ahí de donde nacen las llamadas « patas de gallo ». En esos casos, puede ser recomendable aplicar una fina base de aceite hidratante mejor que la crema que utilizas para el resto de la cara.

La juventud se pierde con el paso de los años, pero con unos pequeños cuidados podrás lucir un rostro fresco y terso durante mucho más tiempo.

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