jueves, 1 de mayo de 2008

Cosas Saludables: Las Caricias

Cuando estás con el ánimo triste, por los suelos y muy irritable, puede que te falten caricias, puede que te falte que esa mano te toque, que te dé la vida y te haga sentir mucho mejor. Las caricias formarán, desde hoy, de tu forma de vida saludable. Si si, has oído bien, vida saludable.


Este término no significa que a uno lo tengan que andar tocando todo el día por cualquier cosa, más bien el término “caricia” se refiere a cualquier acto que implique el reconocimiento de la presencia del otro: decir te quiero, un abrazo, una palmada en la espalda, o incluso un castigo. Entonces tenemos que una caricia puede ser tanto física (lo que implica el contacto físico con otro) como verbal (cómo le hablo a otro, qué le escribo) como no verbal (una expresión facial como sonreír, guiñar el ojo, “miraditas cómplices”).

Todo esto es vital para estar mucho mejor, no sólo nosotros mismos, sino que también el resto de personas que están a nuestro alrededor. ¿Quién no se siente bien si le toquetean la espalda? ¿Y si te guiñan el ojo? Esto nunca falla. Los seres humanos necesitamos reconocimiento del otro y así lo conseguimos.

Lamentablemente vivimos economizando caricias positivas, que justamente son las mejores. No somos muy expresivos como deberíamos serlo. Si algo nos gusta, escasamente decimos “gracias”; si alguien nos agrada, somos parcos para expresarlo. Pocas veces se puede escuchar “Me gusta trabajar contigo porque sabes mucho y me caes bien”. Es algo imposible, ¿verdad?

Por otro lado, nos cuesta aceptar las caricias positivas que nos dan. Por ejemplo: si dicen “que bien te ves” no es raro responder algo negativo como “sí, pero…”. Tampoco pedimos las caricias positivas que necesitamos, porque creemos que ya solicitadas pierden valor.

No hay comentarios: